bolu escort edirne escort zonguldak escort çankırı escort corum escort amasya escort burdur escort bilecik escort trabzon escort isparta escort afyon escort canakkale escort sakarya escort corlu escort usak escort sile escort ayvalik escort balikesir escort rize escort kırşehir escort karabük escort yalova escort aydin escort usak escort kutahya escort burdur escort malatya escort agri escort urfa escort van escort corum escort erzurum escort adana escort maras escort yozgat escort giresun escort kastamonu escort artvin escort bilecik escort karabuk escort karaman escort kirsehir escort manisa escort kusadasi escort cankiri escort kirklareli escort kirikkale escort sinop escort tekirdag escort kocaeli escort kilis escort osmaniye escort diyarbakir escort batman escort siirt escort mus escort bartin escort sivas escort sincan escort gorukle escort

El “Salmón” sedujo en el Teatro del Bicentenario

ANDRÉS: ÍNTIMO Y CON LICENCIA PARA CANTAR

Desde el Ministerio de Turismo y Cultura se apostó –y se apuesta- a que el Teatro del Bicentenario sea un espacio de todos los sanjuaninos. Un lugar imponente, por el que pasen variadas propuestas y para todos los gustos. En este marco, anoche fue una de esas citas de las que el público no quiso perderse. Es que Andrés Calamaro dejó un show impecable, que tuvo la particularidad de ser acústico e íntimo.

“Licencia para conducir” es el nombre de la gira que encabeza el “Salmón”, que pasó anoche por el prestigioso teatro. A tono, con traje y zapatos de vestir, el reconocido cantante nacional sedujo al público local con un repertorio que incluyó temas de su último álbum, “Romaphonic Sessions”, además de clásicos como “La libertad”, “7 segundos”, “Los aviones”, “Quién asó la manteca”, “Mi enfermedad», “Flaca” y “Crímenes perfectos”.

Con micrófono en mano, por momentos poniéndole una cuota de teatralización a las canciones, Calamaro se dedicó por casi dos horas sólo a cantar. Hasta que llegó “Para no olvidar”, y Andrés no contuvo las ganas y se apropió del piano de su compañero Germán Wiedemer.

Aplausos interminables. Frases que salieron desde las butacas que decían “Gracias genio”, “Maestro” o “Aguante Andrelo”. Ante estos halagos, el ícono del rock nacional se sacó sus gafas y bajó su cabeza.

Un ambiente perfecto, con una acústica de primer nivel, dónde solo bastó como compañía un trío de músicos que incluyó contrabajo, piano y percusión. Y, por supuesto, la voz inconfundible marca registrada, que no se privó de hacer covers de Atahualpa Yupanqui, Aníbal Troilo, Horacio Ferrer y Carlos Gardel.

En la majestuosa sala recién inaugurada, el rockero se animó a entonar tangos, boleros y hasta una zamba. Por supuesto, los fanáticos tararearon e interactuaron con el artista y se adueñaron del micrófono con “Carnaval de Brasil” y el popular “Para no olvidar”, que trajo al recuerdo Los Rodríguez.

Y como broche, los primeros acordes de «Crímenes perfectos» pusieron la piel de gallina a varios seguidores y trajeron la despedida: “Muchas gracias San Juan. Gracias por vuestro respeto, vuestra generosidad y sus abrazos profundos. Gracias y hasta siempre”.

 



en_GBEnglish (UK)